Supuesta foto de un Yeti tomada en el valle de Langsisa en Nepal, el ejemplar tenía una altura de 2 metros y 150 Kg de peso. |
Yeti - El abominable hombre de las nieves El yeti es un ser bípedo conocido en toda la cordillera del Himalaya. En el Tíbet recibe el nombre de metoh kangmi. Camina ligeramente inclinado hacia delante. Tiene todo el cuerpo cubierto de pelo lacio y fuerte, salvo la cara, de piel blanca o rojiza; el pelaje es más corto en el pecho y por debajo de las rodillas. La cabeza es ovalada y puntiaguda y está adornada con una cresta de pelo. Tiene la frente pronunciada, los ojos hundidos y las mandíbulas muy fuertes. El cuello y la espalda son anchos y musculosos. Los brazos llegan hasta las rodillas y las piernas son fuertes y arqueadas. Los pies, anchos, están cubiertos de pelo. Desprende un olor característico, fuerte y nauseabundo. Tiene costumbres nocturnas y rehuye al hombre. Su aullido se parece al graznido de la gaviota. De acuerdo con los rastros de huellas que se han observado y fotografiado en varias ocasiones, el dedo gordo del pie, que se separa ligeramente hacia un lado, queda hacia el interior, lo que significa que el yeti es un primate, y no un oso como se ha propuesto en ocasiones, puesto que en éste, el dedo más grueso es el quinto. A veces el segundo dedo es también bastante grueso, y los restantes son muy pequeños. Su comportamiento es también típico de un primate: enseña los dientes como forma de intimidación, se rasca nerviosamente, destruye cosas con violencia y manifiesta su cólera saltando rítmicamente en el sitio y arrancando manojos de hierba. De las observaciones directas se deduce que es un animal omnívoro: se le ha visto devorar pequeños mamíferos, líquenes, frutas y bayas, e incluso chocolate y galletas robados a los alpinistas. |
El análisis de los
excrementos que se han encontrado junto a los rastros
confirma estas observaciones: contienen materia vegetal,
huesos de pequeños mamíferos y aves, y
restos de grandes insectos. Además, se han descubierto
en esos excrementos tres nuevas especies de parásitos
intestinales, lo que sugiere que su huésped es
una especie desconocida. |
Abominable
Hombre de las Nieves Abominable hombre de las nieves es un nombre muy poco apropiado para el yeti: no es abominable, sino más bien tímido; habita en los espesos bosques de rododendros del Himalaya, y sólo ocasionalmente atraviesa las laderas y los valles nevados (parece ser que para alimentarse de un musgo salino que crece en las rocas de las morrenas glaciares); y probablemente no sea un hombre. El zoólogo Bernard Heuvelmans lo ha bautizado con el nombre de Dinanthropoides nivalis. Existen al menos dos tipos de yeti, que pueden ser especies diferentes, razas geográficas o individuos de distinta edad o sexo de una misma especie. Además, entre las centenas de testimonios sobre seres bípedos de la región, algunos, como el mi gö tibetano, corresponden a verdaderos hombres salvajes, que tienen un área de distribución mucho más amplia, puesto que se extienden por las zonas montañosas de toda Asia. |
Las fotos de esta criatura son escasas y de mala calidad, es un ser extremadamente tímido. |
El gran yeti, llamado dzu-teh
(chuti) por los sherpas, mide entre 2 y 2,75
metros de altura. Tiene las cejas prominentes. Su pelaje
está formado por dos capas: una interna, espesa,
de pelo corto rojizo, y otra más suelta, formada
por largos pelos grisáceos, pardos o negros.
El ADN de una muestra de largos pelos negros recogida
en Bután han sido analizada en 2001 en el Instituto
de Medicina Molecular de la Universidad de Oxford, con
el resultado de que no se ha podido identificar el animal
del que procede. Sus huellas miden más de 30
centímetros. |
La curiosa forma de sus huellas, parece que tiene el segundo y tercer dedos unidos demuestra que no pertenece a ninguna especie conocida u oso gigante. |
Tiene una fuerza descomunal: Existe
un testimonio de una pastora que fue atacada y arrojada
a un torrente por un gran yeti, que
posteriormente rompió la nuca de un yak, le abrió
el vientre y devoró el hígado (exactamente
igual que los sasquatch de Norteamérica
hacen con los ciervos). Vive entre los 3000 y los 4000
metros en el Tíbet y el norte de Nepal, Sikkim
y Bután (aunque posiblemente sea el mismo primate
gigante que, con distintos nombres, es conocido en el
sur de China y por todo el sudeste asiático).
Al parecer, dos lamaserías del Tíbet conservan
ejemplares momificados de este animal. Probablemente
está emparentado con Gigantopithecus, un enorme
simio antropoide terrestre de más de 2 metros
de altura (conocido sólo por sus dientes y algunos
fragmentos de mandíbula descubiertos en la India,
Vietnam y China), desaparecido en el pleistoceno medio,
hace unos 400.000 años. El pequeño yeti, llamado yeh-teh o mi-teh (mitre) por los sherpas, es rechoncho y de la talla de un hombre, o algo menor, entre 1,4 y 1,7 metros. Su pelaje es espeso, de color rojizo; algunos pelos, analizados en el Museo de Historia Natural de París, han sido identificados como pertenecientes a un primate desconocido, emparentado con el orangután [Pongo pygmaeus]. Tiene las mejillas cubiertas de pelo marrón, la nariz chata, los labios anchos y los dientes largos. Las manos son grandes. Sus huellas, de aspecto humano, miden unos 25 centímetros de largo por 12 de ancho y tienen 4 ó 5 dedos. (Es posible que los dedos segundo y tercero estén unidos y en las huellas parezcan, como se ha dicho más arriba, un sólo dedo muy grueso.) Aunque generalmente es bípedo, cuando huye corre a cuatro patas. Según los montañeses tibetanos, existe un tercer tipo de yeti, al que llaman nyalmo o mi-chen-po. Es un gigante carnívoro, antropófago, de 4 a 5 metros de altura, que habita en cuevas inaccesibles por encima de los 4000 metros y se desplaza en grupos. De estos titanes existen pocos testimonios, pero parece ser que también se han encontrado sus huellas, de 45 a 60 centímetros de longitud. |
Supuesto fragmento de craneo de un Yeti. |
Estas reliquias son guardadas en un templo del Nepal donde se las trata como objetos de culto. |
Se puede comprobar el gran tamaño. |
Las reliquias llevan siglos en los templos. |
Un último detalle: en la India, la región del monte Everest, donde no vive ninguna especie conocida de primate, se llama Mahalangur Himal, las montañas de los grandes monos. |
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