La palabra ¡Eureka!, de origen griego, es utilizada actualmente para expresar con emoción un "descubrimiento", como por ejemplo cuando tenemos una nueva idea o encontramos la solución a un problema.
El origen de Eureka:
Era aproximadamente el año 287 A.C., cuando el rey de Siracusa Herón II, le pidió a Arquímedes comprobar si la corona real que había encargado a un orfebre local era realmente de oro puro, esto tenía que hacerlo sin dañar la corona.Arquímedes le dio varias vueltas al problema sin poder resolverlo, hasta que un día, mientras se sumergía en la bañera para darse un baño, descubrió la solución. Calculó que el agua que se salía por los bordes tenía que ser igual al volumen de su cuerpo sumergido. Entonces, si medía el agua que rebosaba al meter la corona, conocería el volumen de la misma y despues podría compararlo con el volumen de un objeto de oro del mismo peso que la corona. Si los volúmenes no eran iguales, sería una prueba de que la corona no era de oro puro.
Cuando Arquímides descubrió esto, fue tanta su emoción que salió del baño y desnudo como estaba, corrió hacia el palacio gritando: "¡Eureka! ¡Eureka!", lo que se traduce como "¡Lo encontré! ¡Lo encontré!". Desde entonces, Eureka se ha utilizado para expresar la realización de un descubrimiento.
Tras poner en práctica su descubrimiento, Arquímides comprobó que la corona tenía un volumen mayor que un objeto de oro puro de su mismo peso. Contenía plata que es un metal menos denso que el oro.
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