Es conocido que algunas civilizaciones antiguas tenían avanzados
conocimientos astronómicos y culturas muy avanzadas, así mismo tenían
construcciones que aún hoy en día son admiradas y que nos dejan
preguntándonos ¿Cómo se construyeron?, las pirámides con sus numerosos
bloques, de hasta 80 toneladas cada uno, algunos de ellos pulidos con
una precisión extraordinaria, hacen sospechar el empleo de una
tecnología imposible para la época.
Las pirámides egipcias y americanas tienen semejanzas asombrosas en cuanto a diseño, además de que están extraordinariamente alineadas con estrellas específicas y diseñadas para que de acuerdo a los movimientos estelares ocurran efectos asombrosos.
De entre todas las regiones del mundo sólo en El Cairo y en México (y una parte de Guatemala y Honduras) existen pirámides en forma triangular rectilínea. Esta circunstancia ha originado diversas hipótesis no comprobadas hasta ahora sobre la vinculación histórica entre las civilizaciones egipcia y la prehispánica de México muchos siglos antes de que Cristóbal Colón descubriera América a fines del siglo XV, además se encuentran similitudes míticas entre los dioses egipcios y los existentes en México en las culturas maya y mexica (azteca).
Por razones desconocidas, México y Egipto se encuentran situados en la misma longitud de la Tierra. Se unen y se vinculan geográficamente por el Trópico de Cáncer, cuya línea pasa en México por el Bajío y en Egipto por el Lago Násser y los monumentos de Abu Simbel.
En Egipto, las pirámides se circunscriben a la región metropolitana de El Cairo. En orden cronológico destacan siete: Médium, Dahshur, Romboidal y Saqqara (Saqqara); y Keops, Kefrén y Micerinos (Gizeh). En México se encuentran localizadas en casi todo el país, particularmente en los antiguos territorios mesoamericanos. Destacan 15: Tajín (Veracruz); Xochicalco (Morelos); Monte Albán (Oaxaca); Edzna (Campeche); Templo de las Inscripciones, Pirámide del Sol (Palenque); El Adivino (Uxmal); El Castillo (Chichen Itzá); Pirámide de la Luna y Pirámide del Sol (Teotihuacán); Santa Cecilia, Tenayuca, Tlaltelolco, Cuicuilco y Templo Mayor (ciudad de México). Dos más se encuentran en Centro América, Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras). En total, son 17 las pirámides más significativas construidas en territorios americanos antes de la conquista.
Aunque en ambos casos, las pirámides guardan similitudes en su forma triangular geométrica, sus funciones eran distintas. Las de Egipto fueron edificadas como tumbas de gobernantes (o al menos eso se ha creído) y en su mayoría terminan en vértice; las de México, en cambio, fueron construidas para ceremonias teocráticas y por tanto, terminan con un templo sobre una base truncada. Sólo en algunas excepciones son tumbas-mausoleos; por ejemplo, en el Templo de las inscripciones de Palenque, Chiapas, donde a mediados del siglo XX se encontraron restos y osamentas de gobernantes; y en la Pirámide de la Luna en Teotihuacán, en donde, a partir de excavaciones recientes, en su base se hallaron esculturas de piedra verde. Todos estos descubrimientos, estarían aportando nuevos elementos para encontrar más similitudes entre las pirámides de México con las de Egipto.
Entre la pirámide de Saqqara y las del Sol y la Luna de Teotihuacán (construidas con una diferencia de 3 mil años) existen similitudes geométricas, estéticas y proporciones comunes. La de Saqqara y la del Sol tienen 60 metros de altura y 6 cuerpos, denominados mastabas en Egipto y taludes en México; y aunque en Teotihuacán, las dimensiones de la base (225 metros por 222) son mayores a la de Saqqara (123 metros por 107), existen aproximaciones y hasta coincidencias con otras pirámides. La de Teotihuacán tiene una base cuadrada casi idéntica a la de Keops (230 metros por 230). Y las bases de Saqqara y la pirámide de la Luna, ambas rectangulares, tienen con dimensiones distintas, una idéntica proporción. Saqqara 107/ 123 = 0.8; igual a la pirámide de la Luna, 120/150 = 0.8. La fachada principal de la Pirámide del Sol se orienta al poniente y se encuentra alineada con el eje de la Calzada de los Muertos trazada 17 grados (hacia el este) del eje norte-sur. Cada 19 de mayo y 25 de julio a las 12 horas en punto, el cenit solar (el Sol) se encuentra exactamente sobre el vértice de la pirámide. En cambio, las pirámides de Gizeh están construidas en perfecta alineación con los puntos cardinales, norte, sur, este y oeste.
La siguiente imagen muestra las pirámides de Gizeh sobre las pirámides de Teotihuacán mostrando así como están alineadas de la misma forma.
No se conoce que entre estas culturas haya habido contacto, pero entonces ¿cómo podemos explicar tantas similitudes?
Las pirámides egipcias y americanas tienen semejanzas asombrosas en cuanto a diseño, además de que están extraordinariamente alineadas con estrellas específicas y diseñadas para que de acuerdo a los movimientos estelares ocurran efectos asombrosos.
De entre todas las regiones del mundo sólo en El Cairo y en México (y una parte de Guatemala y Honduras) existen pirámides en forma triangular rectilínea. Esta circunstancia ha originado diversas hipótesis no comprobadas hasta ahora sobre la vinculación histórica entre las civilizaciones egipcia y la prehispánica de México muchos siglos antes de que Cristóbal Colón descubriera América a fines del siglo XV, además se encuentran similitudes míticas entre los dioses egipcios y los existentes en México en las culturas maya y mexica (azteca).
Por razones desconocidas, México y Egipto se encuentran situados en la misma longitud de la Tierra. Se unen y se vinculan geográficamente por el Trópico de Cáncer, cuya línea pasa en México por el Bajío y en Egipto por el Lago Násser y los monumentos de Abu Simbel.
En Egipto, las pirámides se circunscriben a la región metropolitana de El Cairo. En orden cronológico destacan siete: Médium, Dahshur, Romboidal y Saqqara (Saqqara); y Keops, Kefrén y Micerinos (Gizeh). En México se encuentran localizadas en casi todo el país, particularmente en los antiguos territorios mesoamericanos. Destacan 15: Tajín (Veracruz); Xochicalco (Morelos); Monte Albán (Oaxaca); Edzna (Campeche); Templo de las Inscripciones, Pirámide del Sol (Palenque); El Adivino (Uxmal); El Castillo (Chichen Itzá); Pirámide de la Luna y Pirámide del Sol (Teotihuacán); Santa Cecilia, Tenayuca, Tlaltelolco, Cuicuilco y Templo Mayor (ciudad de México). Dos más se encuentran en Centro América, Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras). En total, son 17 las pirámides más significativas construidas en territorios americanos antes de la conquista.
Aunque en ambos casos, las pirámides guardan similitudes en su forma triangular geométrica, sus funciones eran distintas. Las de Egipto fueron edificadas como tumbas de gobernantes (o al menos eso se ha creído) y en su mayoría terminan en vértice; las de México, en cambio, fueron construidas para ceremonias teocráticas y por tanto, terminan con un templo sobre una base truncada. Sólo en algunas excepciones son tumbas-mausoleos; por ejemplo, en el Templo de las inscripciones de Palenque, Chiapas, donde a mediados del siglo XX se encontraron restos y osamentas de gobernantes; y en la Pirámide de la Luna en Teotihuacán, en donde, a partir de excavaciones recientes, en su base se hallaron esculturas de piedra verde. Todos estos descubrimientos, estarían aportando nuevos elementos para encontrar más similitudes entre las pirámides de México con las de Egipto.
Entre la pirámide de Saqqara y las del Sol y la Luna de Teotihuacán (construidas con una diferencia de 3 mil años) existen similitudes geométricas, estéticas y proporciones comunes. La de Saqqara y la del Sol tienen 60 metros de altura y 6 cuerpos, denominados mastabas en Egipto y taludes en México; y aunque en Teotihuacán, las dimensiones de la base (225 metros por 222) son mayores a la de Saqqara (123 metros por 107), existen aproximaciones y hasta coincidencias con otras pirámides. La de Teotihuacán tiene una base cuadrada casi idéntica a la de Keops (230 metros por 230). Y las bases de Saqqara y la pirámide de la Luna, ambas rectangulares, tienen con dimensiones distintas, una idéntica proporción. Saqqara 107/ 123 = 0.8; igual a la pirámide de la Luna, 120/150 = 0.8. La fachada principal de la Pirámide del Sol se orienta al poniente y se encuentra alineada con el eje de la Calzada de los Muertos trazada 17 grados (hacia el este) del eje norte-sur. Cada 19 de mayo y 25 de julio a las 12 horas en punto, el cenit solar (el Sol) se encuentra exactamente sobre el vértice de la pirámide. En cambio, las pirámides de Gizeh están construidas en perfecta alineación con los puntos cardinales, norte, sur, este y oeste.
La siguiente imagen muestra las pirámides de Gizeh sobre las pirámides de Teotihuacán mostrando así como están alineadas de la misma forma.
No se conoce que entre estas culturas haya habido contacto, pero entonces ¿cómo podemos explicar tantas similitudes?
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