Cuando a Landrú le pareció que
el apartamento en Vernouillet ya no presentaba las garantías
necesarias de discreción, lo abandonó y se fue a rentar
una pabellón llamado "La Ermita" en Gambais, lugar
ideal para esconder sus amores.
Désiré hacía sus conquistas en París y de vez en cuando pasaba los domingos en Gambais. Llevaba una vida casi normal. Visitaba a sus hijos con frecuencia, mostrándose con ellos como padre atento y a su esposa le regalaba joyas de las cuales nunca le explicó su procedencia. Como fue descubierto Pero, como nada es eterno, a Landrú se le acabó la suerte cuando los familiares de las desaparecidas comenzaron a mostrar preocupación. Los primeros, fueron los parientes de la señora Collomb, la quinta novia de Désiré, quienes escribieron una carta al alcalde de Gambais para pedir noticias de la joven y de un tal señor Dupont con quien había sido vista por última vez. Poco después fue la familia Buisson la que buscaba a la que fue la séptima novia de Landrú y a quien acompañaba un tal Frémyet en Gambais. El alcalde nunca había oído el nombre de Frémyet, pues fue Dupont (Landrú) el que alquiló "La Ermita". |
A pesar de su aspecto sus buenos modales y su aparente amabilidad le sirvieron para ganar los corazones de sus Víctimas. |
La
policía abrió una investigación de inmediato y se
dio a la difícil tarea de localizar a un hombre calvo, con barba
negra y de estatura mediana. Con esta vaga descripción, fue el
azar el que permitió que la hermana de la señora Buisson
se cruzara con Landrú el mismo día que se presentó
la denuncia. Lo vio en una tienda de la Rue de Rivoli comprando porcelanas,
acompañado de una nueva víctima: Fernande Segret. La policía
interrogó al comerciante y encontró que Désiré,
había dejado su tarjeta "Lucien Guillet, 76, Rue Rochechouart". Para el 13 de abril de 1919, Le Petit Journal publicaba un artículo con la detención de Landrú en el que informaba a sus lectores, que éste estaba inculpado de robos con agravantes y de estafas y que durante varios años se ocultó con nombres falsos. Además, el diario sentenció: "pero cargos más graves pesarán sobre él". Los guardias se trasladaron a Gambais. Descubrieron la cocina, el cobertizo donde Désiré amontonaba la ropa y los muebles de sus víctimas. Encontraron además, osamentas humanas calcinadas. Pero las pruebas convincentes fueron sus ficheros y la libreta en la que anotaba, con una meticulosidad asombrosa de ahorrador compulsivo, los precios de los boletos de ferrocarril de París a Gambais. |
El proceso de Landrú, duró
dos años. El público cambió las preocupaciones de la
reciente guerra por el juicio del hombrecito calvo, barbudo y con perfil
de pájaro que negaba con calma, bromeaba con cinismo y daba en todo
momento muestras de la más delicada cortesía. En su celda
estudiaba sus expedientes, recibía obsequios y propuestas de matrimonio
por parte de sus admiradoras. En las elecciones de 1919, cuatro mil franceses
propusieron a Landrú como candidato.
Los debates eran seguidos con pasión, ya que si bien nadie ponía
en duda la culpabilidad del acusado, tampoco había ninguna prueba
formal. No se encontró ningún cadáver ni de las diez
novias ni el del hijo de la señora Cuchet. Las osamentas humanas
reducidas a cenizas, encontradas en la cocina, eran solamente 996 gramos.
Había grandes conjeturas, pero ningún testimonio. El abogado de Désiré, el señor de Moro-Giafferi, a pesar del talento demostrado, no logró salvar a su cliente. Sin embargo, las últimas palabras que Landrú le dirigió a su defensor fueron: "Le he confiado una causa bien difícil... digamos desesperada... En fin, no es la primera vez que condenan a un inocente". Ante el escepticismo del señor Moro-Giafferi, añadió: "Sí, maestro, digo bien: inocente". |
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Después de tres
semanas de proceso, Landrú fue condenado a muerte la madrugada
del 22 de febrero de 1922. La cabeza del "Señor de Gambais"
rodó a las puertas de la cárcel de Versalles. Las mujeres de Landrú, una cronología Si bien se llegó a especular en cifras exageradas que Landru pudo asesinar a casi 300 mujeres, el secreto de sus asesinatos se enterró con él, pues en ningún momento reconoció su culpa ni dió ningún tipo de pista que pudiera esclarecer su caso. En todo caso con casi total seguridad estos nombres que a continuación se citan pertenecen a las "hazañas" de tan frío asesino. - Sra. Cuchet, viuda, 39 años y su hijo de 17 años. - Sra. Laborde, viuda, 46 años. - Sra. Guillin, 51 años. Fea, pero con una herencia de 20,000 francos. - Sra. Héon, la primera que fue a Gambais. - Sra. Collomb, viuda, 39 años. - Andrée Babelay. La excepción, 19 años, guapa y sin dinero, no fue reclutada por anuncio sino en un encuentro casual en el Metro. - Sra. Buisson. Virtuosa que tardó dos años en ceder. - Sra. Jaume. Muy católica, aceptó las proposiciones de Landrú tras la oferta de matrimonio. - Sra. Pascal. Joven y guapa. Antes de irse a Gambais le escribió a su tía: "No sé lo que hay en él, pero me asusta. Su mirada ceñuda me angustia. Parece el diablo". - Sra. Marchadier. Antigua prostituta. Partió a Gambais acompañada de sus tres perros que también desaparecieron sin dejar huella. Fuente |
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