Los Nobel son conocidos en la historia de las ciencias como una familia
sueca de notables químicos e inventores. Olof Nobel desde principios
del siglo XVIII se destacó como tal, además de haber sido
un influyente profesor en la Universidad de Upsala. Su nieto, Inmanuel
Nobel, fue tan famoso como su abuelo y su genio creador en el campo de
la química, principalmente en la rama de los explosivos, fue heredado
con creces por sus descendientes.
Fig. 2. Medalla del Premio Nobel de Fisiología o Medicina.
Del matrimonio de Inmanuel con Andrietta Ahlsell nacieron cuatro hijos
varones: Robert y Ludwig, destacados colaboradores de su padre;
Alfred,
que inmortalizó el apellido con sus grandes aportes en el campo
de la química de los explosivos y Emil, que murió siendo
estudiante universitario, víctima de una explosión en el
laboratorio familiar como consecuencia de las experiencias que realizaba.
El tercero de los hermanos,
Alfred Bernhard Nobel, nació
en Estocolmo capital de Suecia, el 21 de octubre de 1833. Aunque recibió
su educación en Rusia y estudió ingeniería en los
Estados Unidos de América junto al famoso ingeniero John Ericson,
su profunda formación científica en todo lo referente a explosivos
la alcanzó con su trabajo junto al padre. Joven aún, Inmanuel
Nobel, con toda la familia emigró a San Petersburgo, Rusia, donde
fundó primero un establecimiento destinado a la fabricación
de torpedos y después, sucesivamente, un astillero, una fundición
de hierro y fábricas de armas, en los que laboraron intensamente,
junto al progenitor, los tres hijos mayores.
Alfred, que unía a su genio creador en la química,
una especial habilidad para los grandes negocios, cuando aún no
había cumplido las tres décadas de vida, fundó por
su propia cuenta, en 1862, una fábrica de nitroglicerina en Estocolmo
y tres años después otras dos, en Winterviken y Kummel del
Elba, llegando a ser esta última una de las más importantes
de Europa.
Se dedicó desde entonces a realizar, paciente y temerariamente,
estudios sobre la nitroglicerina con el propósito de atenuar su
sensibilidad que hacía imposible su uso en forma pura. La nitroglicerina
que es el más importante de los éteres nítricos de
la glicerina, también denominado trinitrina, había sido descubierta
en 1846 por el químico y médico italiano Ascanio Sobrero,
quien la llamó piroglicerina y advirtió la extrema peligrosidad
de su uso comercial. En 1854 Williamson estableció su composición
química, lo que facilitó que años más tarde,
con un completo dominio de su estructura,
Nobel pudiera ensayar
con diversas sustancias para conocer, cuales podían atenuar su gran
sensibilidad.
Después de un arduo proceso de experimentación, en el
que estuvo a punto de no continuar los estudios emprendidos debido a una
violenta explosión en 1864 que destruyó sus laboratorios
y corrió gran peligro su vida, notó que la tierra de infusorios
o trípoli ofrecía la propiedad de ser muy absorbente respecto
de la nitroglicerina, pues retenía en sus poros hasta el 82 por
ciento de dicha sustancia lo que daba paso a una nueva mezcla, que continuaba
siendo un gran explosivo, pero que hacía menos peligroso su manejo.
Corría el año 1867 y
Nobel acababa de descubrir la
dinamita, con lo que hacía posible el uso industrial de la nitroglicerina
y se convertía en el genuino creador de la moderna pirotecnia.
Muy pronto hizo multiplicar los establecimientos dedicados a esta industria,
de proyecciones incalculables, e introdujo la dinamita en toda Europa y
en los Estados Unidos. En 1873 fijó su laboratorio en Saint-Sevrán,
cerca de París y fue entonces que creó la gelatina explosiva,
llamada también gelatina de Nobel, consistente en una mezcla de
nitroglicerina y nitrocelulosa.
Todos estos logros no agotaron su genio. En 1880 obtuvo la patente de
un freno automático y de una caldera antiexplosiva, más tarde
perfeccionó la concentración de ácido sulfúrico
y de aparatos vaporizadores y congeladores. Junto a esa labor, encaminó
sus esfuerzos en hallar medios modernos que permitieran la refinación
del hierro de fundición. De extraordinaria importancia fue su método
para la destilación contínua del petróleo, aportado
en 1884, con el que estableció los fundamentos de la industria petrolera
rusa, cuya ventajosa explotación constituyó una de las bases
de su inmensa fortuna personal.
Su último gran aporte lo sería la llamada pólvora
sin humo o balistita, de la que recibió patente de invención
en 1888, precursora de la cordita, materia explosiva lograda por los químicos
ingleses Frederick Abel y Jacob Dewar. En todos estos trabajos fueron constantes
colaboradores sus hermanos Robert y Ludwig.
En 1891 trasladó su laboratorio a San Remo, en la Riviera italiana,
cerca de los Alpes. En 1894 compró la fundición de Bofors
por dos millones y medio de coronas suecas con lo que completó su
legendario capital y ensanchó la vieja mansión familiar en
Estocolmo, donde pasaba los veranos. Durante los inviernos permanecía
en su refugio de San Remo, cerca de donde vivía Bertha Kinsky, baronesa
de von Suttner, renombrada escritora austríaca, único amor
conocido en su productiva vida de sabio solitario. Allí sorprendió
la muerte el 10 de diciembre de 1896 al hombre, que según frase
feliz del ensayista Austin Tower, escribió su historia mojando,
valientemente, su pluma en nitroglicerina.
1
Los últimos años de su vida los pasó
Alfred
Nobel atormentado por la idea de que su obra científica había
contribuido a que las guerras fueran cada vez más destructoras y
sangrientas, por ello, un año antes de su fallecimiento, el 27 de
noviembre de 1895, otorgó testamento en el que creaba la llamada
Fundación Nobel (Nobelstiftelsen) en los siguientes términos:
"Se dispondrá como sigue de todo el remanente de la fortuna
realizable que deje al morir: el capital, realizado en valores seguros
por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyo interés
se distribuirá anualmente como recompensa a los que, durante el
año anterior, hubieran prestado a la humanidad los mayores servicios.
El total se dividirá en cinco partes iguales, que se concederán:
una a quien, en el ramo de las Ciencias Físicas, haya hecho el descubrimiento
o invento mas importante; otra a quien lo haya hecho en Química
o introducido en ella el mejor perfeccionamiento; la tercera al autor del
más importante descubrimiento en Fisiología o Medicina; la
cuarta al que haya producido la obra literaria más notable en el
sentido del idealismo; por último, la quinta parte a quien haya
laborado más y mejor en la obra de la fraternidad de los pueblos,
a favor de la supresión o reducción de los ejércitos
permanentes, y en pro de la formación y propagación de Congresos
de la Paz.
Los premios serán otorgados: los de Física y Química
por la Academia Sueca de Ciencias; el de Fisiología o Medicina por
el Instituto Carolino de Estocolmo; el de Literatura, por la Academia de
Estocolmo; el de la obra de la Paz, por una comisión de cinco individuos
que elegirá el Storthing noruego*. Es mi voluntad expresa
que en la concesión de los premios no se tenga en cuenta la nacionalidad,
de manera que los obtengan los más dignos, sean o no escandinavos."2
Veinte días después de su muerte, el 30 de diciembre de 1896,
el documento era abierto con todas las formalidades de la ley y algo más
de treinta millones de coronas suecas fueron destinadas a la creación
de la Fundación y los réditos de ese capital habrían
de ser entregados anualmente, a partir de 1901 en forma de los cinco premios
dispuestos, a los que se agregaría muchos años después,
en 1969, un sexto destinado a la mejor obra de investigación en
el campo de la Economía, creado por el Banco Nacional de Suecia,
que es quien lo paga y otorgado por la Academia Sueca de Ciencias.
Las instituciones encargadas de adjudicarlos nombraron desde su creación
comités compuestos de tres a cinco de sus miembros, llamados Comités
de los Premios Nobel, para dictaminar acerca de las concesiones. El importe
de los mismos ha sido muy variable en el tiempo de acuerdo con los réditos
anuales de la Fundación. Los premios pueden ser compartidos hasta
por tres personas o quedar vacantes y en el de la Paz, pueden ser galardonadas
instituciones, como lo han sido, entre otras:
el Instituto de Derecho
Internacional de la Universidad de Gante; el
Comité de la
Cruz Roja (Ginebra) y la
Oficina Internacional Nansen para refugiados
(Ginebra).
Las candidaturas a los premios deben ser presentadas por escrito, con
la hoja de sus servicios por personalidades capacitadas para ello a juicio
de la Fundación, "sin que se tomen en cuenta recomendaciones personales".
Para hacer las propuestas están autorizados, en la actualidad
en Física y Química:
"Los miembros suecos y extranjeros de la Real Academia de Ciencias
de Estocolmo (Kungl-Vetenskapsakademien), los miembros de los Comités
Nobel para los premios de Física y Química; los hombres
de ciencias que hayan obtenido el premio Nobel de la Academia de Ciencias;
los catedráticos de física y química de las Universidades
de Upsala, Lund, Oslo, Copenhague y Helsingfors (Helsinki), del Instituto
Carolino y de la Real Universidad Técnica de Estocolmo; los catedráticos
libres de estas ciencias que ejerzan permanentemente sus actividades en
la Universidad de Estocolmo, catedráticos y catedráticos
libres corres-ponsales de seis Universidades y Academias como mínimo,
designados por la Academia de Ciencias con objeto de compartir convenientemente
la labor con otros países y sus cátedras, y finalmente los
hombres de ciencia que, por sus condiciones especiales, sean invitados
a ello por la Academia".3
En Fisiología o Medicina:
"Los miembros del claustro de profesores del Real Instituto Médico-quirúrgico
Carolino (Kugl-Karolinska Institutet) de Estocolmo; los miembros
de la sección de medicina de la Real Academia Sueca de Ciencias;
las personas que sean poseedoras del premio Nobel de Medicina; los miembros
de las Facultades de Medicina de las Universidades de Upsala, Lund, Oslo,
Copenhague y Helsingfors (Helsinki); los miembros de seis Facultades de
Medicina, por lo menos, designados por el claustro de profesores con objeto
de compartir convenientemente la tarea con otros países y sus cátedras,
y aquellos hombres de ciencia que sean requeridos para ello por el Instituto
Carolino".3
En Literatura:
"Los miembros de la Academia Sueca y de las Academias análogas
francesa y española; los miembros de las instituciones y sociedades
literarias que tengan categoría de Academias, y los profesores universitarios
de estética, literatura e historia".3
Y en la obra de la Paz:
"Los miembros actuales y anteriores del Comité Nobel del Parlamento
noruego; los asesores nombrados por el Instituto Nobel noruego; los miembros
de los cuerpos legislativos nacionales y de los gobiernos de los diferentes
países; los miembros de la Asociación Interparlamentaria;
los del Tribunal Internacional de La Haya; los del Comité de la
Oficina Internacional Permanente de la Paz; los miembros y socios del Instituto
de Derecho Internacional de París; los catedráticos de Universidad
que desempeñen cátedras de derecho, historia y filosofía
y las personas que hayan obtenido el premio Nobel de la Paz.4
Los premios se entregan cada 10 de diciembre, conmemoración de la
muerte de
Nobel, en los locales de las instituciones que los otorgan.
Las primeras ceremonias se realizaron el 10 de diciembre de 1901, año
inicial del siglo XX y les fueron entregados, el de Ciencias Físicas
a
Wilhem K. Röntgen, de Alemania, por su descubrimiento de
los rayos X, llamados también rayos de Röntgen; el de Ciencias
Químicas a
Jacobus H. vant Hoff, de Holanda, por sus grandes
aportes a los fundamentos de la estereoquímica y la teoría
de la presión osmótica; el de Fisiología o Medicina
a
Emil A. von Behring, de Alemania, por sus descubrimientos
de los sueros antidiftérico y antitetánico, éste último
en colaboración con el sabio japonés Shibasaburo Kitasato;
el de Literatura
a René F. A. Sully-Prudhomme, de Francia,
poeta, ensayista y pensador por su obra total y el de la Paz a
Jean
Henri Dunant, de Suiza, por la fundación de la Cruz Roja Internacional
y a
Frédéric Passy, de Francia, por la fundación,
con otros, de la Liga Internacional de la Paz y la Sociedad Francesa de
Arbitraje entre Naciones.
Cuatro años más tarde, el 10 de diciembre de 1905, en
el
Storthing o Parlamento noruego, en Oslo, el presidente del Comité
del Premio Nobel de la Paz entregaba el galardón a
Bertha Kinsky,
baronesa de von Suttner, por su novela "¡
Abajo las armas!";
sus importantes trabajos en favor de la paz entre los pueblos y la fundación
de la Sociedad Alemana de la Paz, quizá la persona que mas influyó
en el ánimo del sabio sueco para la instauración de dicho
premio.